Río de Janeiro según la mirada de Tom Jobim: un recorrido por los lugares que inspiraron al más internacional de los músicos brasileños.

El más internacional de los músicos brasileños, y coautor de una de las canciones más célebres de la historia de la música popular, nació en la zona norte de Río de Janeiro pero forjó su juventud e identidad cultural en la zona sur de la ciudad en las décadas de 1950 y 1960, y hasta sus últimos días disfrutó de una capital a la que consagró en sus composiciones. A continuación un recorrido por tres barrios cariocas icónicos que si bien han cambiado en las últimas décadas, mantienen su carácter festivo, bohemio y heterogéneo.

Ipanema, Leblon y Copacabana fueron el escenario donde el músico Antonio Carlos Jobim (1927-1994) se formó como pianista, compositor y figura relevante de la escena cultural carioca, brasileña y global. La canción de la que fue coautor junto al poeta Vinicius de Moraes, “Garota de Ipanema”, es la más versionada de la historia de la música, sólo superada por Yesterday de Los Beatles. Y si bien la capital ya no cuenta con los mismos locales y bares por los cuales transitaban Tom y sus amigos, mantiene su esencia amable y llena de contrastes.

IPANEMA

Hasta el siglo XIX, Ipanema era una zona agreste y considerada lejana al centro de la ciudad, a la cual las tribus de la etnia tupí-guaraní le dieron el nombre, que significa “lago malo” y “aguas peligrosas”. Con el correr de los años el barrio pasó de ser una zona de casas bajas a edificios de poca altura, y finalmente un polo de condominios y restaurantes elegantes, además de un imán para las tendencias de moda y cultura que luego trasciende globalmente. 

Ipanema se extiende a lo largo de la estrecha franja que separa la Avenida Vieira Souto, frente a la playa de Ipanema, de la Laguna Rodrigo de Freitas, entre la zonas de Pedra de Arpoador y Leblón. Tom vivió en el barrio entre 1960 y 1965, y en un bar de la zona llamado “Veloso” se sentaba con Vinicius a beber y comer “petiscos” (picoteo); de allí surgió la leyenda de que en la mesa del bar que está a pocos metros de la playa, compusieron Garota de Ipanema. En realidad cada uno compuso letra y música por separado, pero después confesarían que una joven que pasaba caminando por la puerta del bar fue inspiración para la célebre canción. Hoy el bar es un restaurante llamado “Garota de Ipanema” y sus paredes homenajean con imágenes a aquellos célebres comensales. En la playa está el mejor homenaje a Tom: una estatua de bronce donde se lo inmortalizó con su emblema -la guitarra al hombro- “camino del mar”.

LEBLON

Tom Jobim vivió en Leblón -un barrio que comienza donde termina Ipanema- y frecuentaba allí varios locales que desaparecieron en los últimos años por la dinámica urbana que hizo del barrio uno de los más sofisticados y caros de la ciudad. Allí estaba, por ejemplo, un kiosco de diarios y revistas (llamado Piauí) que fue el primero de la ciudad en abrir 24 horas y que en su rutina madrugadora de pianista de locales nocturnos y cultor de la bohemia, era una parada obligada para Tom y sus colegas. La playa de Leblon da cobijo a todo tipo de público los fines de semana, y es el prolegómeno para después -una vez sacudida la arena y enfundadas las chancletas- llegarse hasta alguno de los bares de la zona, donde se refugia el alma carioca entre el relax en la vestimenta, las cervezas fría y los petiscos con combinaciones de lo más creativas. Hoy, Leblón es uno de los pocos barrios cariocas que se puede recorrer sin necesidad de automóvil, y a pesar de su ubicación estratégica tiene un ambiente tranquilo de calles amplias, librerías restaurantes, teatros y todos los servicios para visitarlo y sentirse un vecino más. Como dicen los versos de “Ligia”, compuesta por Jobim, es imposible no enamorarse después de caminar por la playa de Leblon.

COPACABANA

El barrio emblemático de Río, homenajeado por artistas y poetas, también recibió a Tom Jobin en interminables noches de bohemia, y en alguna ocasión amigos como Nara Leão (conocida como la musa de la bossa nova) fueron anfitriones del músico, cuya simpatía y atractivo le convirtieron en el rey de la bohemia carioca de su época. Conocido por su hermosa playa y su los icónicos diseños de su costanera marítima es un recodo de la historia y la tradición de la capital a la que Tom -de cuya muerte se cumplen en diciembre 28 años- tanto homenajeó con su arte.

CÓMO LLEGAR

Desde Santiago existen vuelos diarios hacia la ciudad de Río de Janeiro.

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